Mediante esa técnica, la impresión del motivo se aplica directamente sobre el tejido mediante tintas a base de agua, y resistentes al lavado, sin emplear por tanta transferencia o películas termosoldadas que tienen un efecto claramente pesadas al tacto o al vestir. Se obtiene una impresión suave y agradable, comparable con la impresión serigráfica tradicional, pero capaz igualmente de reproducir un diseño, un logotipo o una fotografía con fidelidad extrema.

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La contención en cuanto a costes proviene del hecho de no ser necesario un bastidor de serigrafía.

La impresión digital es la técnica de impresión ideal para gráficos y tonos complejos, sin limitaciones de color. La impresión se integra perfectamente en el tejido y resulta imperceptible al tacto.